lunes, 5 de diciembre de 2016

EL MONSTRUO DEL ENFADO

Actividad de control emocional

EL MONSTRUO DEL ENFADO
OBJETIVOS
COMPETENCIAS EMOCIONALES

Identificar y regular emociones propias en situaciones de intercambio comunicativo.



Reconocimiento y regulación de las emociones propias.

DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD

        Se trata de que el alumnado tome conciencia de la emoción negativa sentida y sea capaz de avanzar hacia otra de carácter positivo. Para ello, en primer lugar se trabajará el reconocimiento de la emoción, desde lo corporal.
       Se situará el enfado en la barriga, asociado a las tensiones que pretenden dominar al pequeño/a. Para que sea más sencillo identificar esta circunstancia se le contará al niño/a una breve historia sobre el monstruo del enfado.
       Este monstruo está ubicado en la barriga  y quiere comerse al niño/a. El monstruo empieza a intentar comerse al niño/a por las orejas, por lo que le impide oír los mensajes de vuelta a la calma del resto.
       Una vez identificada la emoción el siguiente paso es su regulación. A edades tempranas el enfado suele verse por quien lo siente como incontrolable, como una emoción desbordada que se apodera de la mente y el cuerpo e impide todo proceso de racionalidad y reflexión. Por eso es importante hacer comprender que esta situación no es irreversible y que es necesaria la vuelta a la calma.
       Debe quedar claro que el niño/a puede retomar el control de la situación, que es él o ella quien domina la situación y no al revés. Para ello la estrategia de regulación parte del mismo cuerpo del alumno/a, dominando al monstruo.
        La estrategia de regulación consiste en: para impedir que el monstruo se lo coma y echarlo hay que tomar aire con energía, y luego soltarlo despacio, al tiempo que se dice “¡fuera enfado!, ¡fuera enfado!”. Es importante que al principio la persona adulta acompañe, e incluso el resto del grupo. El acompañamiento ha de ser tanto verbal como físico, respirando al tiempo y subiendo los brazos dibujando un arco. Por supuesto la actitud del adulto ha de ser también de calma. Cuando el alumnado ha conseguido volver a la calma hay que felicitarlo y animarlo a expresar las causas que motivaron el enfado. En ese momento hay que buscar soluciones con el resto del grupo. Hay que mantener la actitud relajada y comprender que es normal enfadarse en determinadas circunstancias.
        Con alumnado muy pequeño (Educación Infantil y primeros cursos de Primaria) se puede complementar la estrategia con pequeñas imágenes icónicas de los pasos. Igualmente, se puede acompañar con un muñeco de trapo que represente al monstruo del enfado. Si el alumnado domina la escritura puede escribir las causas que han provocado el malestar en pequeñas hojas y dárselas a comer.

RECURSOS

En este caso podemos emplear: imágenes icónicas de las fases del proceso. Muñeco de trapo que represente al monstruo. Folios (o post-it) y lápices.

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